No hay duda que el alcance nacional de la devastación climática sufrida por el Perú en las últimas semanas y las necesarias acciones de reconstrucción marcaran el escenario político nacional durante los próximos meses y años.

Al respecto, el Liderazgo es la principal fortaleza que debería exhibirse para poder conducir el proceso de reconstrucción y dicha competencia -en los momentos actuales- se presenta como uno de los peores activos del Poder Ejecutivo, la caída en las encuestas y declaraciones desatinadas son el marco del actual liderazgo presidencial.

En ese sentido, la actual crisis se presentaba como una oportunidad para que el Poder Ejecutivo y principalmente el Presidente de la República se posicione nuevamente como el Líder, como el Estadista que todos los peruanos queremos. Sin embargo, la prematura mención a la designación de un “Zar” de la reconstrucción” desdibuja rápidamente esta posibilidad.

Y lo desdibuja, porque el Presidente de la República, lo es también del Sistema de Defensa Nacional y como tal responsable directo de conducir este proceso, la delegación de la responsabilidad a los Ministros es de tipo operativo y en ningún caso lo releva; queda claro que en los momentos actuales, la actuación de la Secretaría de Defensa Nacional – SEDENA – como ente articulador de la Política Nacional de Defensa Nacional en el campo no militar se extraña; el COEN al que pertenece al INDECI y ahora se despacha desde el Ministerio de Defensa cumple un rol de monitoreo pero no tiene el rol articulador que se reclama.

Además un Zar de la reconstrucción no cuenta de por sí con el liderazgo requerido para tamaña acción; imaginemos por un momento que el Gobierno cancela las obras de los Panamericanos y designa al señor Neuhass en este cargo. ¿Podrá negociar la priorización de los proyectos de reconstrucción con los Gobernadores Regionales y Alcaldes Provinciales, entre ellos el Alcalde de Lima, podrá exigir celeridad en la aprobación de los proyectos?. Las limitaciones que tuvo el FORSUR para el caso de la reconstrucción de Pisco, debería demostrarnos que la respuesta es NO.

Por eso insistimos que la capacidad de gestión esta unida siempre con el liderazgo y se demostrará en la capacidad de disponer la reorganizando de las ciudades, el retiro y reubicación de los ciudadanos afectados de la ribera de los ríos y quebradas y asegurando la oportunidad, rapidez y calidad de las obras de reconstrucción; la sombra de la corrupción es latente en nuestra sociedad y por tanto el Ejecutivo debe esmerarse en prevenirla; sino en poco tiempo nos preguntemos ¿Qué se hizo del dinero asignado?. Disponer que la Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas inicie procesos de compras conjuntas a nivel nacional sería un primer gran paso para esto.

¡Señor Presidente¡ En estos momentos requerimos liderazgo, no lo delegue, conduzca el proceso, todo el Perú lo apoya; caso contrario, que ¡Dios nos pesque confesados!.